Raúl Otero Reiche
Perico, perezoso,
vellón de terciopelo,
colchón de plumas, oso
de la juguetería
de Navidad, el cielo
sólo te acogería
en la constelación
de la Osa Mayor.
Fuiste
la selva en oración
y lo que siempre es triste
decirlo: "frustración".
Y otro a modo de chiste:
"el se fue como pudo
prendido del ramaje
del árbol del escudo".
Maravilloso viaje.
sábado, 11 de abril de 2009
DESPEDIDA DEL PERICO (De la obra "Adiós Amable Ciudad Vieja"
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